Alejandro González. Acuarela. 2011
Tu prisa o mi lentitud;
las aves se marchan, el viento agita tu cabello,
la lluvia se disuelve.
cuando las hojas caen y de por qué cuándo se sienten amarillas: se suicidan;
que por subir escalones de a uno o de a dos,
se atrapan las nubes y
a la sombra del mismo sol en diferentes montañas maduran los sueños;
que cuando vine es igual cuando estoy y cuando no supe que ya me fui.
Las oscuras sombras no son más que viejas cartas dejadas anónimas.
Tu cuerpo mintiendo,
el corazón que incita a volver,
las piernas nerviosas, atrapada la luz,
la prisa o mi lentitud. Sin ruegos.
Hay cosas que no has visto,
hay cosas que yo había olvidado: La brisa fresca,
la oscuridad donde nos perdimos.
El ritmo de mi voz ya no es el ritmo de las hojas de milpa.