15 abril 2012

No Woman, No cry



Luis Alejandro González H. Protección. Talla en mármol y alambre. 2009



      En estos días tengo nomás, lo de siempre, esas ganas de ti, este recurso que es el de ayer y esta idea mágica que es la que salta en mi cabeza desde que te vi… esto no es una carta de amor o desamor, no te confundas… esta vez, resulta que al ver en el espejo esa imagen de ti, encendió en mí la misma letra, la misma capacidad para volver a pensar en lo que sigue siendo presente a pesar de que para vos sea pasado… si dejas una carta en mi buzón, -esos buzones que precipitan mi caída, caída hacia el otro lado del mundo, porque mientras caigo en este lado del mundo resucito al otro lado- veras, ¿…? no, no veras nada, por que lo importante aún no logro transmitirlo solo con palabras, de modo que tendrías que beber ese instante de veneno dejado por casualidad a un lado de tu cama, al lado de las hojas del árbol de naranja, junto a las nubes guardadas en la bolsa de papel azul y con olor a manzana; para dejar caer gota a gota la imagen de ese camino cubierto por el viento… ¿ves que te digo lo mismo?… pero no te engañes esto no es una carta de amor o desamor, no lo confundas… mira esa ave que vuela por tu cabeza, veras que es la misma de siempre, ya vuela de cabeza, vuela al revés. 
     Me han dicho que eso de ser uno mismo ya no funciona muy bien, sobre todo porque cada poco se sabe menos quien exactamente se es, el límite de lo que dicen que eres o de lo que crees que eres, es  cada vez más borroso, esa cosa que llaman alienación. Me han dicho que es mejor ser la mejor versión de uno mismo… ¿ya ves? es solo el apunte de unas ideas repetidas, esas ideas que te recordaran que si no te hablo no es porque no quiera, que si no te veo no es porque no lo desee, que si no te oigo no es porque no te note; es que a veces solo tengo boca para besarte, o solo los ojos para verte, porque todavía me cuesta hacer que se pongan de acuerdo dos partes de mí para estar contigo…
     Siempre lo supiste de mí, siempre lo supe de ti, si no cómo se explica que las águilas esperen la lluvia debajo de tu ojos, delante de tus ojos, detrás de tus ojos.